Con un constipado de campeonato (que ahora me ha pasado, como castigo) el domingo 10 de enero, Irene y yo nos lanzamos a la conquista de la cima más alta de la Sierra de Espadán, la Rápita con 1106m de altitud. Menos conocido que su vecino Espadán (1099m), pero igualmente maravilloso, la ruta sale incluso desde el mismo punto de partida, el collado de la Nevera (720m). Con un paquete importante de nieve recién caída en los últimos días, nos calzamos las polainas y comenzamos la ascensión, habiendo dejado el coche en un abarrotado collado.
Cogemos la pista que sale hacia el oeste desde el mismo collado, donde dos chicos practican ski, lo jodido es el remonte que se hace a patita, bueno nosotros a lo nuestro, esta pista la abandonamos unos 500m más adelante ya en dirección a las dos tetas, dos pequeñas cimas a la que tendremos que subir a una de ellas, y la otra opcional si quieres ver restos de la guerra civil. Nosotros continuamos, iba decir por el sendero pero como enteréis con la cantidad de nieve caída no existe sendero ni marcas ni nada, la suerte es que la gente tiene muchas ganas de salir a la montaña y más si hay nieve en estas latitudes, por lo que seguimos las huellas dejadas por los que nos preceden. Poco a poco vamos ascendiendo haciendo los paros correspondientes para descansar y almorzar para que no haya rebelión en la granja, Eh Irene!. Poco más adelante un par de caminante amantes de la Sierra de Espadan almuerzan tranquilamente, con su botellita de vino Ribera de Duero, que nos dan a degustar, ofreciéndonos también de postre un aguacate que deja fascinada a Irene por la presentación tan sencilla y tan práctica para comérsela. Incluso nos aconsejarán destinos internacionales para la práctica del senderismo desde la Pampa Argentina hasta los Alpes, ¡oye tú como Marco!
Nos despedimos de nuestros amigos senderistas y continuamos hacia nuestro reto, coronar la cima de la sierra. Cada vez el paquete de nieve es mayor pero muy fácil de progresar por él. Sobre las doce llegamos a la cumbre, el día es magnifico nada comparable con el día anterior en el que el aire era insoportable. Almorzamos en la cumbre, como no podía ser de otra manera después del bocata nos hacemos un poleito recién hecho, con agua fundida de la propia nieve, hay que rentavilizar el material que compré para el pirineo, esa cordillera maravillosa que no sé lo que tiene pero que tanto me atrae, como a tantos de los que me estaréis ahora mismo leyendo. Nos preparamos para retomar el camino, y casualidades de la vida dos montañeros uno del Puerto y otro de Sagunto llegan a la cumbre procedentes de Algimia de Almonacid. Después de charlar con ellos comenzamos el descenso hacia el oeste buscando el collado de Villamalur.
Desde el cual podríamos bajar a Algimia. Nosotros seguimos las huellas que por la derecha nos llevan en 10min al collado de cuatro caminos, el nuestro será el de la derecha por pista que corre por el fondo del valle del Jinquer, en el que podremos ver las ruinas del Castillo y el pueblo abandonado del Jinquer, también existen castaños que nosotros no llegamos a ver pero haberlos hailos. Buscando los desvíos de la derecha en los cruces de pista llegaremos de nuevo a la base de las dos Tetas, que iremos bordeando para llegar de nuevo a el collado de la Nevera, nuestro punto de partida. Ya solo falta llegar a Algimia para llenar el estomago en el restaurante el Olivo, donde por cierto compraremos aceite de esta encantadora Sierra.
Cogemos la pista que sale hacia el oeste desde el mismo collado, donde dos chicos practican ski, lo jodido es el remonte que se hace a patita, bueno nosotros a lo nuestro, esta pista la abandonamos unos 500m más adelante ya en dirección a las dos tetas, dos pequeñas cimas a la que tendremos que subir a una de ellas, y la otra opcional si quieres ver restos de la guerra civil. Nosotros continuamos, iba decir por el sendero pero como enteréis con la cantidad de nieve caída no existe sendero ni marcas ni nada, la suerte es que la gente tiene muchas ganas de salir a la montaña y más si hay nieve en estas latitudes, por lo que seguimos las huellas dejadas por los que nos preceden. Poco a poco vamos ascendiendo haciendo los paros correspondientes para descansar y almorzar para que no haya rebelión en la granja, Eh Irene!. Poco más adelante un par de caminante amantes de la Sierra de Espadan almuerzan tranquilamente, con su botellita de vino Ribera de Duero, que nos dan a degustar, ofreciéndonos también de postre un aguacate que deja fascinada a Irene por la presentación tan sencilla y tan práctica para comérsela. Incluso nos aconsejarán destinos internacionales para la práctica del senderismo desde la Pampa Argentina hasta los Alpes, ¡oye tú como Marco!
Nos despedimos de nuestros amigos senderistas y continuamos hacia nuestro reto, coronar la cima de la sierra. Cada vez el paquete de nieve es mayor pero muy fácil de progresar por él. Sobre las doce llegamos a la cumbre, el día es magnifico nada comparable con el día anterior en el que el aire era insoportable. Almorzamos en la cumbre, como no podía ser de otra manera después del bocata nos hacemos un poleito recién hecho, con agua fundida de la propia nieve, hay que rentavilizar el material que compré para el pirineo, esa cordillera maravillosa que no sé lo que tiene pero que tanto me atrae, como a tantos de los que me estaréis ahora mismo leyendo. Nos preparamos para retomar el camino, y casualidades de la vida dos montañeros uno del Puerto y otro de Sagunto llegan a la cumbre procedentes de Algimia de Almonacid. Después de charlar con ellos comenzamos el descenso hacia el oeste buscando el collado de Villamalur.
Desde el cual podríamos bajar a Algimia. Nosotros seguimos las huellas que por la derecha nos llevan en 10min al collado de cuatro caminos, el nuestro será el de la derecha por pista que corre por el fondo del valle del Jinquer, en el que podremos ver las ruinas del Castillo y el pueblo abandonado del Jinquer, también existen castaños que nosotros no llegamos a ver pero haberlos hailos. Buscando los desvíos de la derecha en los cruces de pista llegaremos de nuevo a la base de las dos Tetas, que iremos bordeando para llegar de nuevo a el collado de la Nevera, nuestro punto de partida. Ya solo falta llegar a Algimia para llenar el estomago en el restaurante el Olivo, donde por cierto compraremos aceite de esta encantadora Sierra.
Distancia recorrida: 11,11 kilómetros
Altitud min: 671 metros, max: 1.109 metros
Desnivel acum. subiendo: 688 metros, bajando: 689 metros
Tiempo 5horas y media.
Poco después de salir del collado de la Nevera, momento en el que abandonamos la pista
Vistas al mar 
Auténticos árboles de navidad 
¡ Un buen paquete! DE NIEVE, ¿que estabais pensando?
Lo que está claro que si te cansas.... descansa
Helado de Nata a la Rápita
En lo más alto de la Rápita , como no? teniamos que encontrarnos a gente del Puerto,
estamos en todas partes
Carrascas heladas con nata
Al fondo Penyagolosa
Hay momentos que cuesta progresar
Pero a nosotros nos van los retos
Bonitas y caprichosas formas deja el viento en la nieve
Ahora a seguir por pista hasta el collado de la nevera
Que frío tiene que haber hecho esta noche